Estrategia vecinal de manejo de residuos sólidos y fecalismo de mascotas

Antecedentes: En nuestras sociedades postmodernas la basura se ha convertido en un problema muy grave, el DF, no es la excepción, a diario se desechan toneladas de basura, donde el PET y las bolsas de plástico son algunos de los principales componentes, estos materiales afectan al ambiente porque  contaminan el suelo,  obstruyen la germinación y crecimiento de vegetación, obstruyen coladeras, también constituyen ambientes propicios para la generación de fauna nociva.

Otro problema que afecta a la ciudadanía de las grandes urbes es el fecalismo al aire libre de las mascotas, principalmente de perros, este no es un problema menor ya que la materia fecal que se deja en parques, aceras y camellones se seca y se transforma en polvo, el cual contribuye a la polución no sólo del aire, sino también del acuífero subterráneo, depósitos de agua, y alimentos elaborados en la vía pública.

Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un perro de aproximadamente 15 kilos evacua diariamente alrededor de 600 gramos de excremento, lo que significa un total de 18 kilos al mes, que se depositan en la calle o en las plazas a las que lo saca a pasear su dueño o el encargado del animal[1]. Es por ésta razón que prácticamente no hay parques o plazas libres de parasitosis,   que afecta especialmente a los niños que son quienes juegan en estos lugares.

Ante esta situación, la organización vecinal de la colonia San Álvaro, se dio a la tarea de implementar una estrategia para la reutilización de las botellas de pet para la elaboración de contenedores donde se colocaron bolsas de plástico para que los dueños de perros puedan recoger las heces de sus mascotas.